Es increíble que en pleno Siglo XXI el sexo sigue siendo tabú para la sociedad. El sexo es algo natural y, además, se traduce en buena salud, energía, buen humor, menos estrés, etc. Sin embargo, te has preguntado, ¿cuál es el origen de los juguetes sexuales?, ¿quién los inventó?.
El sexo es una necesidad básica como comer o dormir, por eso se tiene registro de que nuestros antepasados recurrían a herramientas para poder obtener el placer sexual deseado.
Los primeros consoladores de la historia estaban hechos a base de piedra, brea o madera y datan de la era de hielo. Lógico, necesitaban entrar en calor. En 2004, en las cuevas en Hohle Fels, Alemania, se encontró lo que se cree que es el primer consolador de la humanidad con 28,000 años de antigüedad. Un falo (pene) tallado en una piedra perfectamente pulida de unos 20 cm de largo y 3. 6 cm de ancho aproximadamente.
Más adelante, la bella Cleopatra, acostumbrada a cumplir todos sus caprichos, inventó el primer vibrador. Utilizaba una calabaza seca y hueca, papiro o cuero fino relleno de abejas vivas que, al zumbar, proporcionaban la vibración que tanto placer daba a la faraona. Bastante arriesgado, ¿no creen?.
En la antigua Grecia, se usaban los Olisbos lubricados con aceite de oliva, que eran unos artilugios de madera, piedra o cuero en forma de falo. También, en el Oriente Medio se utilizaban heces de camello secas cubiertas con resina.
No existe una fecha exacta de la invención de las bolas chinas. Sin embargo, se sabe que fueron creadas por ahí del 500 D.C. y tienen una gran popularidad hasta nuestros días.
Así mismo, se inventaron los anillos para pene, los cuales eran fabricados con párpados de cabra con las pestañas intactas para proporcionar caricias a la mujer y obtener una buena erección del hombre.
El vibrador moderno se inventó en el Siglo XIX por el doctor George Taylor para curar la “histeria femenina” cuyos síntomas eran irritabilidad, pérdida del apetito, insomnio, retención de líquidos, entre otros. Este aparato funcionaba a base de vapor y era utilizado para dar masaje pélvico a las mujeres que al obtener el orgasmo, recobraban la cordura. Esta práctica sólo podía ser ejercida por los doctores pues la represión femenina era extrema y era mal visto que las mujeres se autoestimularan.
Existe la leyenda de que durante la Segunda Guerra Mundial, Hitler se preocupaba por la salud de sus soldados. Sabiendo que en tiempos de guerra cualquier hoyo es trinchera y que las mujeres que sus hombres frecuentaban podían tener alguna enfermedad como sífilis, mandó fabricar muñecas inflables que cupieran en sus mochilas para poder satisfacer sus necesidades. Sin embargo se cree que el proyecto no tuvo mucho éxito pues los soldados sentían vergüenza de que si los enemigos los capturaban, vieran a las muñecas entre sus pertenencias.
Si tu creías que las Sex Shops eran cosa de la modernidad, te equivocas. En la época del renacimiento, en Italia, existían establecimientos donde las mujeres acudían a comprar juguetes sexuales de madera, los cuales lubricaban con aceite de oliva para un mejor desempeño.
Indiscutiblemente el sexo siempre ha sido una necesidad indispensable desde el principio de la vida humana y ha hecho que durante todos estos años desarrollemos nuestra creatividad para mejorar la calidad de los materiales, sus funcionalidades y la tecnología, todo con tal de conseguir más placer.
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