Mi pareja no quiere a mi perro ¿qué hago?

Mi pareja no quiere a mi perro ¿qué hago?

mi pareja no quiere a mi mascota

 

Tal vez este tema no tenga que ver directamente con el aspecto sexual, pero sin duda, para algunos de nosotros las mascotas son tan importantes como nuestras parejas. 

Digamos que eres una persona de mascotas: las has tenido toda tu vida, creciste con uno o dos perros que te acompañaron toda tu infancia y en este momento tienes un perrito al que conscientes como si fuera tu bebé. Entonces el amor toca tu puerta: todo parece perfecto hasta que le presentas a tu mascota y por más que tu love intenta caerle bien a firulais, es más que evidente que no es una persona de animales. Al principio pueden sobrellevar la situación, hasta el momento en el que deciden vivir juntos, ¿te ha pasado?

 

Mi pareja no quiere a mi mascota


Seremos neutrales, no nos pondremos de ningún lado. Es tan válido que a ti te gusten los perros como que él o ella no quiera tenerlos. Así como el dilema de la mascota, existirán otros dilemas a los que te enfrentarás con tu pareja. Piensa que si es la persona con la que deseas formalizar una relación o compartir casa, pasarán por diferentes etapas y tendrán que adaptarse a los gustos y costumbres del otro. Primero que nada habrá que conocer un poco del contexto de la situación. Hemos creado algunas situaciones para ejemplificarlo, ¿a cuál se asemeja tu caso?

 

El Firulais de Troya

Digamos que, en este universo, tú ya estabas viviendo con tu pareja antes de la llegada de Firulais, quien es el perrito que siempre quisiste tener: un día dijiste YOLO y decidiste adoptarlo... como no sabías si él estaría de acuerdo o no- y probablemente en el fondo sabías que era más un no que un sí- decidiste no consultarlo ¡y claro! él no está nada feliz con la decisión. Muy mal. Es entendible que, ante una probable negativa hayas pensado: ¡una vez que esté en casa no podrá decirme que no! Finalmente tarde o temprano tendrás que decidir entre uno de los dos.

 

 

 

Razones inapelables en las que tendrás que elegir: tu mascota o tu love.

Desde la primera conversación te comentó que era alérgic@ a los gatos, y aún así quisieron seguir saliendo. Las cosas van súper bien y han decidido vivir juntos. Al inicio trató de adaptarse a la vida con Misifus, pero su problema de alergias empeoró. Por mucho que te duela, en este caso es su salud o tu mascota. Si decides dar a tu gatito en adopción, primero contempla que una persona conocida lo adopte antes de optar por un refugio de mascotas, de esa manera, incluso podrías ir a visitarlo y estar al pendiente de él.

 

El controlador@

Y no sólo es el perro. Él o ella tampoco puede lidiar con otros aspectos de tu vida actual, como cierto amigo o tu hermano. Lamento decirte que, si este es el caso, es uno de los universos alternos en el que lo más sano es que te quedes con Firulais o Misifus. El problema en sí no es el perro o el gato, el problema real es que tu pareja necesita tener el control de las situaciones. En este caso su relación, podrás deshacerte de Misifus, pero no de tu hermano, tu palabra favorita o la música que te gusta y no, no está padre que tengas que cambiar cosas que te agradan de tu vida actual sólo para complacerl@

 

 

Y bueno, si tuviste que terminar con tu love porque estuviste bajo este dilema y decidiste quedarte con tu amigo peludo, te recomendamos Sensy Vibe y Sensy Lub  para que no la pases tan mal.  Y a la siguiente primera cita, que sea una de las primeras cosas que le preguntes a tu futura pareja.

 


 

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