Aún en pleno 2020, el tema de las fantasías sexuales sigue siendo un tabú para muchas parejas y el hecho que no hablemos de ciertos temas no quiere decir que en la mente del otro no se germinen estas ideas, o en nosotros mismos, y por vergüenza no las expresemos. Pero es difícil no tenerlas en un mundo como en el que vivimos. Lo prohibido es un gran negocio, siempre lo ha sido. Muchas de las fantasías sexuales que invaden nuestras mentes son obras de un imaginario colectivo: el cine, los libros, la pintura, las revistas y en general el arte y los medios de comunicación las han inspirado y van cambiando acorde a las modas. Lolita y 50 sombras de Grey son sólo algunos populares ejemplos de este fenómeno.
Y bueno, si estás decidido en pasar al plano terrenal alguna de tus fantasías sexuales más oscuras, es importante que contemples algunas cosas importantes antes que mantendrán segura tu relación, tu autoestima y la de tu pareja.
Primero que nada, hay que entender lo que es nuestra autoestima sexual, que es como la prima Kinky de nuestra autoestima. Esta tiene que ver directamente con el autoconcepto que tenemos, pero desde un punto de vista sexual: ¿me gusta mi cuerpo? ¿me considero sexy? ¿qué me gusta y cómo me gusta? Al fin y al cabo, las fantasías son una manifestación del deseo de experimentar placer, y en ocasiones no las descubrimos porque simplemente no nos atrevemos a dar rienda suelta a nuestra imaginación sexual. Esto se debe, entre otras cosas por nos consideramos lo “suficientemente atractivos” como para merecerlo y bueno, no hace falta acudir a un “Especialista en seducción” como Hitch, pero acudir con un buen terapeuta es un gran paso: otra causa importante por la cual reprimimos nuestras fantasías es por insatisfacción en algún ámbito de tu vida que ha sido reprimida, no necesariamente sexual.
Y bueno, digamos que tienes un autoestima sexual bastante equilibrada. Ya estás frente a tu pareja decidid@ a tocar el tema. Aquí te brindamos 5 cosas que debes tomar en cuenta porque al fin y al cabo esto no sólo se tratará de ti desde el momento en que decidas contárselo:
Piensa muy bien en lo que vas a confiarle a tu pareja. Si de antemano sabes que “Me quiero dar a tu mamá” o “Me gustaría que incorporáramos un animal a nuestra vida sexual” no va a ser bien aceptado llevado literalmente a la realidad, porque son fantasías que pudieran llegar a ser ilegales o incestuosas, piensa que no todo tiene que ser tal cual: pueden usar la caracterización en su lugar: divertido y sin herir susceptibilidades.
Cuando cuentes tus fantasías, recuerda siempre respetar la integridad emocional y física de tu pareja. No se vale convencer al otro, casi forzándolo, a ser partícipe de algo de lo que quizás o está muy convencido y puede terminarse arrepintiendo. Es muy importante establecer límites claros. Y de la misma manera, si tu pareja te cuenta sus fantasías comunica claramente con cuáles cuenta contigo para llevar a cabo y hasta qué punto.
Y último punto. Si una fantasía es más importante que una pareja, sé honesto contigo mismo y con la persona. Si simplemente un trío es algo que tu pareja nunca aceptará y tu sentido de la vida no es el mismo si no lo experimentas, déjal@ ir. No hard feelings, era lo mejor para ambos.